miércoles, noviembre 17, 2004

Ópera

Nos lo regaló,
en el Metro de Madrid,
la niña de tres años
una pequeña rubia sentada en la falda de su madre.

Se sorprendió al arrancar el metro
- Estamos entrando en el agujero,
en el agujero de donde salen los trenes…

La mujer sonrió y le anunció,
bajamos en la próxima,
¿sabes cómo se llama la próxima estación?
SOL, se llama SOL.

Después de un silencio, la niña dijo
-Entonces después debe haber una estación
llamada LUNA.


Esto pasó hoy por la mañana.
Ni un día sin poesía.
Y allá tú, que persistes en jugar con fuego
mientras yo ardo.

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