domingo, noviembre 25, 2007

…estado ausente y monarcas horribles

Respondiste mis besos disculpándote por la tardanza, te habías alejado del ordenador. Lo sabía, por eso de, “el estado de Gaia es ausente y es posible que no responda”.
Regreso de la cocina con un café, leo tu saludo, otro renglón, otro más; preguntas si estoy. Gaia está escribiendo un mensaje, Gaia dice: estás ahí?, Gaia te ha enviado un zumbido, Gaia dice: (k), Gaia te ha enviado un zumbido, Gaia dice algo con la palabra amor, Gaia dice: :’(.
Bebo el café, reenciendo el sexto cigarrillo; tus mensajes son cada vez más esporádicos. Miro, entrecierro los ojos. Así será, así terminarás desapareciendo de mi cotidianidad; disculpándote por tu ausencia, besándome, preguntando si estoy, dónde estoy, llorisqueando. Amor. Sí, tienes razón; pero conoces mi prurito con la bendita palabra. Esa mañana en Michoacán, nuestro Tomás también tuvo razón; es tarde, imagino que duerme, lo habrás tapado y habrás besado su frente.
Gaia está escribiendo un mensaje, Gaia dice: estás bien? me preocupas, tienes el celular apagado.
Tomás cumplía cinco, no, seis años, sí. Ese viaje era la última oportunidad, aunque luego hubo otras últimas. Sonrío, toso; algunas cenizas van a parar al pantalón, y después del dorso de mi mano, al suelo. Esa tarde llegaban las primeras mariposas. Una se posó cerca de Tomás, lo miraba de perfil. Tú, tan al tanto, sacaste del bolso el ilustrado libro comprado en Morelia, y nos leíste: “La mariposa monarca no sólo es bella, también es muy viajera, ya que es capaz de viajar hasta cuatro mil kilómetros”.
Gaia dice: “me lees?”
Pero Tomás frunció el gesto: “qué bicho horrible”. Gaia dijo: Cómo qué bicho horrible. Tomás respondió algo así como: Sí, las alas son coloridas, pero el bicho es horrible. Sin alas es un asco, un asco. La mariposa es un bicho horrible.
Lo escribo en nuestra ventana de diálogo: La mariposa es un bicho horrible. Pero no lo envío, me quedo mirando el monitor. Gaia dice: vi que estabas poniendo algo… Gaia dice: y? Gaia envía un zumbido. Gaia dice: bueno, sigue haciéndote el misterioso. menudo susto. me voy a dormir, mañana empiezo temprano. vete a dormir tú también, es tarde. pon a cargar el celular. (k)
Gaia no está conectado.
No pierdo de vista cómo Windows cierra la sesión. Enciendo el séptimo.