viernes, septiembre 08, 2006

La vocación, ese llamado

Me ha sucedido lo que a Mauro, también con una chica.
Sandra -nombre ficticio, claaaaaaaro- está inmersa en una honda crisis vocacional y una turbulencia laboral ligera, abundan las veterinarias jóvenes.
La encuentro animada, parece que ha encontrado una solución, al menos para el primero de sus problemas. Pedimos dos cervezas, gira un poco más su silla plástica, para estar casi de frente a mí y a la avenida.
-"Ya lo sé, lo he decidido. Seré artista. Escribiré, tengo mucho en mi interior, muchos paisajes que mostrar. Bueno, tal vez pinte, sí, porque fotógrafos hay muchos, y sabes cómo son..."

La noche será larga, pienso para mí, sólo para mí.




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